domingo, 30 de marzo de 2014

La economía es cosa de grandes


La "economía" no debe encomendarse a economistas. Yo no le llamaría "economía" sino simplemente progreso. 
Debe ser diseñada desde los más altos estadios espirituales, porque es la principal misión que Dios nos encomendó.
Lo único que nos diferencia de los animales es la ilusión del ego, el árbol del conocer y decidir, cuyos frutos son los excedentes a asignar al progreso, no a comerlos.
El progreso es la principal misión que Dios nos encomendó. Quiere que cada uno produzca más que lo que consuma, es decir que no haya un solo pobre y que todos seamos prósperos.
Ya lo dice claramente Jesús en su maravillosa "parábola de los talentos"


El comunismo estatizaba el capital.
El populismo estatiza la renta. Más precisamente la parte de la renta que pertenece al personal de las empresas.
Aunque parezca raro, Federico Pinedo fue el responsable de la inflexión que originó esta crisis global. Inventó el Impuesto a las Ganancias de las Empresas, cuando se lo impuso a la Swift.


Se está evaluando una leve reforma tributaria que desencadenaría una monumental modificación en las relaciones laborales para poder liberarse de los contrapesos de la doctrina populista que llevaron a este fracaso.

Muchos todavía creen que el Impuesto a las Ganancias de las empresas afecta al dueño de la empresa.
En absoluto! Ese dinero corresponde al personal de la misma, en concepto de la participación en las ganancias que habilita el 14bis de la CN.
¿Por qué creen que los empresarios jamás protestaron?

Un tercio de las ganancias de las Sociedades (hoy no es relevante pero lo será) ya no sería para el Estado sino para el personal propio y de terceros de cada empresa.

La nueva actitud de los empleados hará que contratar personal deje de ser "un peligro" y sea el mejor negocio, con lo que el desempleo virtualmente desaparecerá en cuestión de meses.

A la sociedad le conviene que los empleados produzcan más, desarrollen su creatividad, y participen en las ganancias.
Por eso le conviene la ley GANANCIAS PARA TODOS.

 http://proyectoactitud.blogspot.com/

miércoles, 12 de marzo de 2014

La Escala de Valores es un reflejo de la escala de autoridad

La escala de valores de la sociedad está gravemente alterada.
Sin embargo, para restituir la normalidad, no basta con educar, porque si previamente no modificamos la escala de autoridad, la escala de valores seguirá impertérrita.
Para guiar, hay que estar en un escalón espiritual superior.

El ser humano va superando la ilusión del ego en escalones, pero la cantidad de personas que pisan cada escalón  es constante.
De manera que quienes están habilitados para ser autoridad sobre los demás deben necesariamente estar recorriendo el escalón más alto.
Deben ser quienes han logrado la mayor superación de esa ilusión que perturba el entendimiento de los demás.


Contrariamente a lo que se supone, hay métodos más eficientes para elegir gobierno que el voto universal.
Hay que encontrar los candidatos de otra manera.

Cuando alguien está soñando no podemos pedirle opinión sobre el mundo de vigilia. Pero sí podemos pedirle opinión sobre su mundo soñado.
El 90% de las personas puede opinar con certeza,y deben votar pero sobre lo que conocen a diario, sobre quiénes son los mejores emprendedores, quiénes pueden lograr más rentabilidad sin perder prestigio.

Para elegir gobierno primero hay que estar despierto.


La ilusión del ego tiene una razón de ser. Nos fue provista para que trabajemos, cosa que los animales no hacen sencillamente porque no la creen.
La mayoría de las personas pasa toda su vida preguntando cuál es su objetivo trascendente.
Pero ésa es una idea obstruida expresamente para instalar su contra-cara, la ilusión del ego.
Esa ilusión hace creer que el solo hecho de disponer de un cuerpo habilita a sentirse una entidad separada del resto.
Ahora bien, superar esa ilusión no es cuestión de voluntad, es cuestión de mérito, es decir hay que hacer un "quantum" de progreso, producir mucho más que lo que se consume hasta lograr ese "quantum" excedente, y así subir un escalón.
Esa ilusión se va superando poco a poco y por lo general no es suficiente una vida para lograr ese "quantum".


¿Cómo podemos saber quiénes están en cada escalón?

Esto es una especie de secreto, porque como el ego es una ilusión, los que ocupan el escalón inferior ni siquiera se plantean esa pregunta. Sería como pretender que alguien advirtiese que está soñando.

Para ellos estas palabras son obviamente incomprensibles. Rechazan la idea de que efectivamente haya una "escalera al cielo". En esa categoría está el 90% de las personas.
Su misión no es entender esta escalera, sino constituir la base dura de la sociedad aportando los mayores sacrificios que ella necesita. Y lo hacen creyendo que es para beneficio propio, porque es su único incentivo para actuar.

Pero quienes han ascendido el primer escalón (que reitero, es una gracia, es cuestión de mérito), pueden seguir investigando.
Hay indicios para suponer que los emprendedores están un pequeño escalón por encima, y eso puede verificarse por dos vías:


-Tienen un poco más de suerte.
-Tienen más gente a cargo.


Obviamente, aunque pocas veces sucede, algunos vuelven a descender ese escalón y pierden esos dos premios.

¿Qué debe hacer un emprendedor para ascender el siguiente escalón?
Debe producir otro "quantum" de su jerarquía y puede promocionar a prestigioso.
Eso también se puede verificar porque son aún más afortunados y tienen diez veces más gente a cargo. Pero además, porque su incentivo para actuar ya no es la rentabilidad sino el prestigio.
Sin embargo le faltan muchos más escalones para llegar a superar la ilusión del ego.


Como dijimos antes, el 90% de las personas puede opinar con certeza, deben votar sobre quiénes son los mejores emprendedores, quiénes pueden lograr más rentabilidad sin perder prestigio.

Preguntemos luego a esos emprendedores elegidos quiénes son los más prestigiosos, quiénes pueden lograr más prestigio sin perder verdad.

Y finalmente preguntemos luego a esos prestigiosos seleccionados quiénes son los mejores maestros, quiénes pueden gobernar la sociedad.

Así sabremos quiénes han superado el ilusorio sueño del ego y ven a la sociedad desde el mundo de vigilia y son capaces de proteger su sueño.

Para que la sociedad se armonice, los extremos de la escalera deben ser corregidos:

-Que el trabajo se remunere por su precio y no por su costo.
-Que el gobierno esté en manos de quienes han superado la ilusión del ego.


Lo que nos sucede es simple. Las opiniones que gobiernan y que se vuelven "indiscutibles" han sido forjadas por mayorías dormidas.

Ebook