jueves, 11 de abril de 2013

Voy a revelar mis intenciones



Voy a revelar mis intenciones al participar en los foros de debate.


La humanidad experimentará pronto un cambio de Era caracterizado por tres aspectos fundamentales: 


Una modificación sustancial en las relaciones laborales.
Un cambio de los sistemas de elección de autoridades.
Un nuevo concepto sobre la muerte. 


Si me preguntaran cómo podría denominarse esta nueva Era que sucederá a la Edad Contemporánea diría que podría llamarse Edad del Trabajo, porque el trabajo dejará de ser una carga para ser la principal fuente de felicidad sustentable.
Si analizamos ese famoso mensaje del Génesis que nos prohíbe comer el fruto del árbol del conocer y decidir, vemos hoy que no se refiere a otra cosa que al fruto del trabajo, es decir a los excedentes para el progreso.
Es fácil advertir que, intentando subsanar los problemas que acarreó la revolución industrial, esa prohibición acaba de violarse.
La doctrina social vaticana inspiró la Carta Internacional de los Derechos del Hombre que quita de las empresas el fruto del trabajo de sus integrantes y lo pone bajo la custodia del Estado.
Ese fruto no debe separarse de su árbol, es decir de la persona que lo generó para que pueda iniciar su progreso individual.
El colectivismo ha cometido entonces el peor de los pecados y ha puesto en riesgo la especie humana.
Cuanto antes suceda ese cambio de Era, antes podremos detener esta sangría que está provocando el hambre, el desempleo y su consecuente depresión y adicciones.
Mi intención aquí entonces es encontrar las pocas personas que compartan este pronóstico para que juntos intentemos acelerar el proceso, lo cual sólo puede lograrse mediante la difusión masiva.
La difusión de estas buenas nuevas, en esta época de la comunicación, exige que los grandes medios tomen el tema y lo lancen a la arena del debate.
Su contribución será muy importante, ya sean contactos con periodistas, con dueños de los medios de comunicación o publicando solicitadas pagas.
Estas solicitadas tienen un costo y algunos de los que contribuyan a solventarlo pueden querer un certificado que acredite su esfuerzo, que de otra manera se perdería en el anonimato.
Se están extendiendo esos certificados, hasta ahora en privado; pero ha llegado el momento de que transformarlo en una práctica abierta que invite a movilizarnos por esta alta causa.

Gracias amigos, y pido disculpas si en algún momento les produje algun perjuicio.
Y a quienes les interese participar difundiendo esta buena nueva, bienvenidos!
 
 




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